El mes de mayo del 2019, iniciamos el proyecto Komtü en la escuela El Turó, de Montcada i Reixac. Ha sido la primera escuela donde se ha implementado el proyecto de acompañamiento emocional, teniendo la gran suerte de contar con unos profesionales, claustro, equipo de mediodía y PAS, agentes externos, así como las familias, con muchas ganas de cuidar y trabajar por el bienestar emocional de los niños y niñas del Turó.
Ha sido un reto para nosotros ir implementando por primera vez el programa, y la valoración que hacemos, por el feedback que nos han hecho profesionales y familias, así como los propios niños, es muy positiva. Han sido tres años donde se ha ido consolidando, a través de las acciones del programa (espacios formativos y de cuidado, dinámicas de aula, análisis de situaciones específicas de niños y niñas, espacios para compartir la crianza con las familias…), una mirada hacia el acompañamiento emocional de los niños cada vez de mayor calidad de la que ya había en un inicio.
Solo podemos decir que gracias a todos los esfuerzos que hemos hecho todos juntos, programa y escuela, para conseguir esta sinergia hacia el bienestar de los niños y niñas.
Durante los dos primeros años, el técnico del programa es quien lidera muchas de las acciones establecidas y es en el último año que vamos pasando el testigo al equipo impulsor, un pequeño equipo formado por miembros del claustro y de dirección, que será el que cogerá el relevo del proyecto cuando marchamos de la escuela.
A partir del cuarto año, uno/a técnico/a del proyecto seguirá estando en contacto con la escuela, ofreciendo apoyo para la continuidad de aquellas acciones que se consideran necesarias para mantener un acompañamiento de calidad con los niños y niñas, siendo el interlocutor y persona de apoyo con el equipo impulsor, quien liderará las acciones planteadas, con el consentimiento del equipo directivo.
Una de las acciones estrella del tercer curso es acompañar este equipo impulsor por parte de los técnicos del programa. El objetivo es empoderarlo, cuidarlo, hacerlo crecer sin prisas, sintiendo que tienen la capacidad para continuar con aquellas acciones que se tienen que mantener en la escuela para seguir trabajando el acompañamiento como hasta entonces. No se trata de formarlos, de que se conviertan en calcomanías de los técnicos Komtü, sino que sientan que tienen que estar observantes en el día a día de la escuela, para compartir con dirección aquellos aspectos que se tienen que trabajar, reflexionar en los espacios de grupo creados para tal fin.
Que hay situaciones de aula que hacen que la dinámica en el grupo esté enrarecida, que hay tensión en el claustro, que hay aspectos pedagógicos a revisar… Como se autodefinió uno de los miembros del equipo impulsor del Turó, somos como “Pepito Grillo”, que pone la mirada en aquellos aspectos que si no se hacen, la calidad en el acompañamiento emocional puede menguar. Es un gran apoyo a la dirección de la escuela y al equipo de coordinación, porque, sin pisar las responsabilidades de cada rol profesional, pueden ofrecer apoyo en aquellos aspectos que por ellos, son importantes prestar atención.
El curso 2022-23, la escuela El Turó empezará a caminar “sola”, pero estamos convencidos que será un camino firme, seguro, con la mirada puesta en el alumnado, como siempre han hecho, en su bienestar emocional, y como un buen acompañamiento a este nivel, repercute positivamente en el aprendizaje.
Seguiremos acompañando a la escuela desde la distancia. La experiencia de haberlo hecho presencialmente durante estos tres años nos permite asegurar que seguirán haciéndolo con calidad, estando próximos al Turó, pero sin que nos necesiten.
Los tres años quedan atrás…. pero la calidad en el acompañamiento continuará.
Un artículo de:
Psicólogo y terapeuta familiar. Técnico del Programa Komtü.